Martes, Junio 3, 2025
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Conoce más del Parque Oncol y su fuerte compromiso con la conservación de especies endémicas

  • Casi al llegar a la cima del sendero Oncol, te esperan los Tepuales (bosque de Tepú), árbol de troncos retorcidos y de baja altura. En la cima y desde los miradores podrás observar, en días despejados, amplias panorámicas a la cordillera de los Andes (Volcanes), Valdivia y el Océano Pacífico.

Por Carlos Romero, director Revista Escape

Era un viernes temprano del mes de mayo en la ciudad de Valdivia. El pronóstico climático anunciaba lluvias y vientos. Sin embargo, esa mañana las buenas noticias nos saludaban ya que el frente de mal tiempo se atrasó lo que nos dio una muy buena oportunidad de ir al Parque Oncol con cielos despejados. 

Ubicado a solo 25 km de Valdivia, y en un camino pavimentado casi al 100%, nuestro recorrido por la Ruta T 340 se hizo rápido para llegar a esta área silvestre protegida, que fue creada en 1989 por la empresa ARAUCO y que tiene una superficie de más de 2.500 hectáreas en la Cordillera de la Costa.

Sus bosques del tipo templado lluvioso, son un verdadero refugio para especies endémicas de flora y fauna, algunas de ellas en peligro de extinción, dada su condición especial producto de las  glaciaciones ocurridas en Sudamérica hace 18.000 años. Aquí, los cerros más altos de la cordillera de la costa – Oncol, Cerro Mirador y Nahuelbuta- quedaron en gran medida libres de hielo, convirtiéndose en refugios para especies de flora y fauna

El parque cuenta con varios senderos de distintas dificultades, pero en general, este parque está pensado para la familia, por lo que se pueden realizar todos los paseos sin mayores dificultades. La recomendación es simple, por favor, solo caminar por los senderos debidamente señalizados porque al ser un lugar de conservación es un lugar sumamente sensible. 

Por nuestra parte, hicimos el recorrido del Sendero Oncol de 1,8 Kilómetros de largo y que tiene una duración ida y vuelta de 2 horas a paso lento, con un desnivel máximo de 215 m de subida. En el primer tramo uno atraviesa un bosque de Canelo para luego internarse por el exuberante bosque valdiviano original, con sus múltiples estratos. En el kilómetro 1, se llega al primer Mirador  llamado Mariquina, donde ya es posible observar el valle central y el volcán Villarrica. 

Casi al llegar a la cima, te esperan los Tepuales (bosque de Tepú), árbol de troncos retorcidos y de baja altura. En la cima (715 metros de altitud) y desde los miradores podrás observar, en días despejados, amplias panorámicas a la cordillera de los Andes (Volcanes), Valdivia y el Océano Pacífico.

Un ecosistema único

Como ya mencionamos, en el Parque Oncol conviven especies de flora y fauna endémica y que están en peligro de extinción. Este recorrido lo hicimos en compañía de personal especializado de conservación de la empresa Arauco, lo que nos permitió conocer más sobre esto y también ir en busca de animales tan particulares como el Zorrito de Darwin, la Ranita de Darwin o la Ranita de Oncol.

En tanto, sus bosques presentan fascinantes adaptaciones a los cambios de estaciones y a eventos naturales como intensas lluvias, fuertes vientos y una alta humedad atmosférica

Instagram: @parqueoncol

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